San Clemente. Calle del Olmo.

 

San Clemente. Calle del Olmo. (2018)

Óleo sobre Lienzo 89 x 82 cm

El cuadro nos transporta a una calle de un pequeño pueblo de La Mancha, donde el tiempo parece haberse detenido en una larga siesta. La perspectiva central guía la mirada hacia un horizonte lejano, donde la calle se desvanece bajo una luz clara y serena que baña cada superficie con suavidad. Las fachadas de las edificaciones tradicionales flanquean el camino, con sus paredes encaladas y tejados de tejas rojizas, respirando la historia de generaciones que han habitado estos rincones. A la derecha, un coche rojo aparcado rompe sutilmente la quietud del entorno, aportando un toque de modernidad a la escena sin robarle protagonismo a la serenidad del paisaje.

El cielo, de un azul profundo y despejado, actúa como un dosel sereno que amplía la sensación de calma. La luz del sol acaricia las superficies, generando sombras suaves que dan profundidad a la composición. Un detalle arquitectónico destaca entre la armonía de las líneas: una estructura que une ambas márgenes de la calle, como un puente que parece unir no solo edificios, sino también tiempos y memorias. La atmósfera del cuadro es una mezcla de nostalgia y tranquilidad, un rincón donde el tiempo fluye con la lentitud de una tarde de verano.

© Antonio Fellini.

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